Conducir con poco combustible no aporta ningún beneficio, ni a nivel de consumo ni al de ahorro de peso. Por el contrario, el motor de tu coche puede verse damnificado si circula siempre con un nivel bajo de combustible en el depósito. Trata de llevar siempre el tanque lleno o por encima de la mitad de su capacidad.
El ahorro de combustible es algo que nos preocupa a todos los conductores. Por ello, siempre es bueno poner en marcha diferentes medidas de conducción eficiente que permitirán ahorrar algunos litros y arañar algunos kilómetros al depósito de carburante.
Ahora bien, existen algunos falsos mitos que aseguran que rellenar el depósito con unos pocos litros permite controlar el consumo, mientras que si lo llenas por completo, aumentarás el peso del vehículo y, por tanto, el consumo del motor. Todos estos argumentos son falsos y, si los sigues, te enfrentas a los peligros de conducir con poco combustible. Nos hemos juntado con el RACC para enseñártelos, ¡pon atención al siguiente vídeo!
Por qué no debes circular en reserva
El principal motivo es bastante obvio. Si circulas en reserva con tu coche corres el riesgo de quedarte sin combustible y acabar en el arcén esperando a la grúa. Sin embargo, existen más razones de peso para que evites utilizar el poco combustible que queda en la reserva del depósito.
Para que el combustible sea inyectado en la cámara de combustión, una bomba debe succionar el carburante desde el depósito y enviarlo hasta los inyectores. Sin embargo, cuando el nivel de combustible es muy bajo, corres el riesgo de que al motor lleguen:
- Residuos sólidos, polvo y humedad.
- Aire, ocasionado por un bajo nivel de combustible en el depósito.
Consecuencias para el motor
Si la bomba de combustible aspira estos residuos, acabarán entrando en el motor y supondrá un mayor desgaste de los componentes sometidos a fricción, incluso la obstrucción de algún inyector, produciendo irregularidades en el correcto desempeño del motor y enfrentándote a una reparación costosa.
También se reduce la vida útil del motor cuando a su interior llegan residuos comunes en el carburante. Los coches están equipados con filtros de gasolina o diésel, pero este sistema no es infalible, y un uso frecuente de la reserva del depósito puede provocar su obstrucción y reducirá su efectividad al detener cualquier impureza que succione la bomba.
El aire es otro elemento que la bomba no debe aspirar junto al combustible. Su presencia en el circuito y el motor provoca la aparición de tirones y pérdidas de potencia. Además, implica un mayor desgaste y sobrecalentará la propia bomba.
Por último, cuanto más vacío está el depósito de combustible, más fácil se evapora y por lo tanto se consume antes. Esta evaporación se provoca de forma natural, especialmente en los coches de gasolina a consecuencia de la temperatura ambiente.
Falsos mitos sobre los repostajes
Ni aumenta el consumo ni implica un incremento del peso del vehículo. Llevar el depósito lleno supone una serie de ventajas para el conductor e incluso para tu seguridad.
Despreocúpate por el consumo más alto por la falsa creencia de que el depósito lleno aumenta el peso y, por consiguiente, el gasto en gasolina. Los mililitros de más que consumirá el coche serán imperceptibles.
El peso, además, no es un factor negativo al que debas enfrentarte. El depósito se sitúa en la parte posterior del vehículo, por lo que, al estar lleno, aumenta el peso en la parte trasera y, en caso de realizar una maniobra evasiva respecto a un obstáculo o una frenada de emergencia, el peso en la parte posterior ayudará en gran medida a estabilizar el vehículo.