¿Tienes pensado viajar este verano con tu ccohe? Te contamos cuales son las averías frecuentes en verano y como prevenirlas.
Hace unas semanas que hemos empezado a encarar uno de los veranos más atípicos que recordamos, pero eso no quita que vivamos en España y que el calor nos invite muy obligadamente a pensar en nuestras escapadas. Queremos disfrutar de la tranquilidad más que nunca, del sol, de la familia, de la conducción… ¡De la conducción! Toca revisar a conciencia nuestros coches y solventar esos problemillas que hemos dejado pasar en los últimos meses, además, nuestros coches han estado mucho tiempo parados y esto puede ocasionar ciertas complicaciones.
Todo esto unido a las altas temperaturas pueden hacer que tu coche sufra un poco mas, entonces ¿Qué deberíamos hacer?
Cuida tu coche antes de los trayectos largos
Cuidar tu coche antes de trayectos largos es imprescindible si quieres viajar sin preocupaciones. Una revisión en el mismo garaje, o en tu taller más cercano si llevas mucho tiempo sin pisarlo, puede prevenir multitud de averías de diferente gravedad.
Vamos a contarte algunos ejemplos de averías frecuentes en verano, más o menos graves, y por qué se producen. Evítalas y disfruta de conducir cómodamente hasta tu próximo destino.
1. Sistema de climatización
Quedarse sin aire acondicionado en verano suena peor que tener un pinchazo en una rueda. Se echa el mundo encima de pensarlo, ya que bajar las ventanillas no siempre es suficiente para refrescar el interior. Los posibles percances que surgen por un mal mantenimiento del climatizador son problemas con el filtro de aire, que retiene partículas como el polen, o que alguna de las piezas esté en mal estado.
Evita costosas reparaciones haciendo un uso responsable de tu climatizador. Si quieres regular el flujo de aire de forma manual, no lo pongas a máxima potencia: así evitarás consumir más de lo necesario. Prueba a arrancar el coche y permitir que el aire entre en el interior con las ventanillas abiertas durante unos minutos; a continuación, conecta el climatizador.
2. Embrague
El pedal encargado de regular las marchas del coche y que, en ocasiones, muchos conductores pisan sin necesidad. Por costumbre o por inercia, se lleva el pie sobre el embrague, a medio recorrido, como un gesto de mayor seguridad al conducir. Esta pequeña ‘manía’ puede ser determinante en la vida útil del mismo, además de forzar la caja de cambios más de lo necesario.
Evita acortar la vida del embrague con acciones tan sencillas como pisar a fondo el pedal, nunca dejar el pie encima, no acelerar mientras se cambia de marcha (en caso de que tengas un coche con cambio manual) … El ahorro puede ser de hasta 660 euros de media, una de las reparaciones más caras.
3. Pinchazo de un neumático
La más fácil de provocar… Y de evitar con un poco de pericia. Una piedra, el mal estado de las gomas o un despiste nos pueden dejar la rueda inservible. Un seguimiento previo muy fácil puede evitar que acabemos con un apaño temporal puesto en el pinchazo o peor aún: con una rueda reventada.
¿Por qué podemos tener un pinchazo? En verano puede deberse a múltiples factores, como una temperatura muy alta del asfalto, un mantenimiento inadecuado del propio neumático o una presión inapropiada para el mismo.
4. Baterías
Si tu batería tiene más de cinco años… es posible que toque cambiarla si quieres evitar problemas. En el taller más cercano podrán informarte del estado en el que se encuentra la fuente de energía de tu coche. Si tienes un híbrido, no te preocupes por la batería. La autonomía y la carga no serán tu principal quebradero de cabeza.
Pero nuestra mayor recomendación es la de visitar a tu mecánico de confianza antes de hacer un viaje largo, cumplir siempre con las medidas de seguridad y mantenimiento de tu vehículo y no maltratar la mecánica con cargas demasiado pesadas ni velocidades demasiado altas.
¡Disfruta de tus vacaciones!
